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Los dispositivos móviles y las instalaciones estacionarias de descontaminación de aguas residuales y de agua potable de diferente capacidad (1,0 - 100 m3 por hora) se basan en la tecnología de luz ultravioleta pulsada.

Los contaminantes orgánicos disueltos se eliminarán del agua al ser tratados con luz ultravioleta pulsada de alta intensidad y de espectro continuo, producida por lámparas de xenón de impulso de última generación.

El espectro de irradiación de dichas lámparas abarca la totalidad de región ultravioleta, luz visible e infrarrojo cercano. El agua está tratada con pulsos de luz cortos en decenas de microsegundos de muy alta intensidad.

Se ha demostrado que este tratamiento al agua elimina todos y cada uno de los patógenos, incluidas las esporas de virus más persistentes como: poliomielitis, hepatitis y otros, neutralizando también las biotoxinas.

La luz ultravioleta pulsada destruye una amplia clase de sustancias orgánicas tóxicas (pesticidas que contienen cloro, fósforo y nitrógeno, fenoles, productos petroquímicos, compuestos organohalogenados y otros) y sigue siendo eficaz incluso con una elevada contaminación bacteriana y química inicial.

Junto con los métodos convencionales de tratamiento de aguas residuales, esta tecnología permite prospectivamente crear un esquema cerrado de circulación de agua para diversas instalaciones.

Los dispositivos son totalmente automáticos y garantizan la alta calidad del agua tratada. El sistema de control de calidad del agua ajusta el consumo de energía en función del nivel de contaminación inicial. El costo del tratamiento y descontaminación del agua depende del tipo de contaminante presente.